Aunque muchos son conscientes de la disminución de la fuerza física y mental entre los 62 y 82 años, pocos ahorran lo suficiente para enfrentar esta etapa sin problemas económicos. Descubre cómo planificar y asegurar tu estabilidad financiera para cuando seas adulto mayor.

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La mayoría de gente es consciente de que entre los 62 y 82 años (esperanza de vida para el peruano promedio de clase socioeconómica media y/o más) uno no tiene la misma fuerza física y mental que entre los 20 y 62 años. Pero lamentablemente, esas mismas personas no ahorran lo suficiente para que cuando lleguen a los 62 años, puedan vivir una vida sin problemas económicos. Y por lo señalado, no pueden generar ingresos mensuales como lo hacían en sus años mozos. No se trata de “no vivir el presente”, se trata de “vivir el presente, pero siempre siendo consciente de que el futuro viene y debemos estar preparados para él”.

Y, señores, ser adulto mayor es difícil. Me acuerdo cuando hace 4 años le dije a mi padre, que tenía en ese momento 80 años, “papá, debes animarte, debes hacer proyectos nuevos, tú siempre has destacado por eso y hoy andas sin ánimos, cuando ánimo siempre te ha sobrado”, y él me respondió: “hijo, es muy fácil para un hombre de 50 años decirle a un hombre de 80 cómo se debe sentir. Cuando llegues a mi edad, me mandas un email y me cuentas cómo te sientes”.

Mi querido papá, falleció hace 2 años y felizmente fue ordenado toda su vida y no sufrió problemas económicos en su vejez.

Imagínense tener 75 años y tener que llamar a tus hijos o a tus yernos/nueras para que te ayuden económicamente. Imagínense no poder escoger al médico de tu preferencia porque es muy caro. Imagínense no poder salir a almorzar con tus amigos porque estarás preocupado por la cuenta. Y lo más importante, imagínense, añadir a tus preocupaciones de vejez, el hecho de que tienes pocos activos para ti y tu pareja. Definitivamente, no es la voz.

Pocos piensan en esto, porque cuando eres joven, es difícil pensar en la vejez.

Recomiendo siempre ahorrar. Cuando tienes 25 años, ahorrar para tu maestría. Cuando tienes 30, ahorrar para comprar tu casa, para pagar las universidades de tus hijos y para tu vejez. Tres fondos distintos. Cuando ya tienes tu casa, y tus hijos están bien encaminados, ahorra netamente para tu vejez.

¿Cómo ahorrar? Buscando asesores profesionales y expertos en el tema, mejor si son regulados, que te ayuden. Siempre debes invertir en activos con buenos fundamentos (que tengan solidez y potencial de subida de precios), de manera diversificada a nivel global (no todos los huevos en la misma canasta) y que tengan liquidez (que los puedas vender en cualquier momento).

Calcula cuánto gastas al año entre tu pareja y tú (asumiendo que tus hijos serán independientes). Divide esa cifra entre 5%. Ese es el monto que necesitas para poder vivir de tus rentas cuando ya no puedas generar ingresos como antes y tener el capital para cualquier emergencia. No te la juegues, no dejes el futuro al azar. No dependas de terceros y menos del Estado.

Está en tus manos vivir una vida plena ahora y en el futuro, de manera sostenida, hasta el final.